Las fotografías del día de la boda son uno de los recuerdos más bonitos de ese gran día. Nos encanta sentirnos orgullosos de ellas y poder enseñarlas y contemplarlas a lo largo de los años. Pero no siempre sabemos acertar y salir prefectos en las fotografías. Hoy te desvelamos las claves para que el resultado de tu reportaje fotográfico sea increíble y sorprenda a todos.
Lo primero de todo y aunque parezca una obviedad, haced caso a los consejos del fotógrafo, tened en cuenta que él o ella es el profesional y que lleva un gran número de reportajes a sus espaldas. Esta persona será quien indique el lugar, la luz necesaria, la forma de colocaros a los dos, etc.
De manera individual cada uno de vosotros, deberéis seguir estos sencillos consejos:
- Lo más importante es mantener una postura erguida, echad los hombros hacia atrás (sin exagerar) intentando parecer relajados y cómodos. No dejéis que vuestros cuerpos se arqueen hacia delante, como ocurre en nuestra vida normal, pues parecerá que no estáis disfrutando del momento.
- Separad ligeramente los brazos del resto del cuerpo, así conseguiréis que el cuerpo tenga más dinamismo y movilidad.
- La barbilla debe estar algo levantada hacia el cielo. No mucho, pues sino la imagen no será nada natural, pero si lo suficiente para que este pequeño gesto alargue y levante el cuello, evitando que las luces muestren un cuello con una horrible papada.
- La novia, debajo de su vestido, deberá cruzar las piernas o sin el vestido no lo permitiese, poner una pierna delante de la otra. Este pequeño truco lo utilizan muchas modelos, actrices, cantantes, etc., cuando se enfrentan a una sesión espontánea de fotografías, con ello se consigue dar la sensación de movimiento y que no parecerá que la novia se ha parado para poder sacar la fotografía.
- Si la novia no está especialmente orgullosa de una parte de su cuerpo, puede jugar a ocultarla con el ramo. No se trata de esconderse, sino de camuflarlo.
- Y otro detalle que también parece que no deberíamos recordarlo, pero con los nervios del momento se podría olvidar, es sonreír en cada momento y disfrutar de la maravillosa sesión de fotografías de las que estaréis siendo los protagonistas.