Después de la boda, de todos los nervios, los invitados y los preparativos, siempre nos preguntamos: ¿Y ahora qué hacemos con el vestido?
Hoy en día podemos elegir entre varias opciones y una de ellas, por la que optan cada vez más mujeres, es venderlo. No solo recuperas parte de la inversión que te ha supuesto un traje que tan solo has podido lucir un día, sino que también es una forma de reciclaje, dando la oportunidad a una futura novia de poder disfrutar de tu bonito vestido de novia.
Hoy en día existen muchas tiendas de segunda mano, tanto físicas como tiendas online. Si finalmente decides venderlo, pregunta presupuestos en varias tiendas y hazlo en aquella que te dé más confianza.
Otra opción es guardar el vestido de novia, y tenerlo como un recuerdo del maravilloso día.
Conservar un vestido de novia no es fácil y conlleva un trabajo. Es importante que después de la boda no dejes pasar mucho tiempo para realizar las tareas de cuidado y conservación del vestido. Si después del evento os vais de luna de miel, puedes encargar este trabajo a tu madre, suegra, a tu hermana o a una buena amiga.
Lo primero, es llevar tu vestido a una tintorería de confianza.
Un error muy común es planchar el vestido. Debes tener en cuenta que las telas de un vestido son bastantes especiales, suelen ser más sedosas, con más brillos, el tejido suele ser diferente al de la ropa que usas habitualmente.
Si lo llevas a la tintorería, lo normal es que te lo devuelvan envuelto en papel de seda azul ya que este tipo de papel lo protege de la humedad y evitará que amarillee. Si no te lo entregan así, compra papel de seda y envuélvelo tu misma, merecerá la pena. En mi caso particular me lo devolvieron envuelto en papel de seda y dentro de una cajita.
Cubre el envoltorio con una funda de tela, las de plástico son peores y quitan el brillo a la tela.
Una recomendación muy importante que os puedo hacer es que no colguéis el vestido de novia ya que se puede deformar, la tela puede ceder en la zona de los hombros y espalda. La mejor opción para conservar tu vestido de novia es doblarlo cuidadosamente y meterlo en una caja.